analogias, telomeros y libros
Explicar las cosas con “peras y manzanas” es uno de los métodos que más me sirven y utilizo para aprender algo nuevo. El uso de analogías es increíblemente práctico al estudiar conceptos muy abstractos o con una gran cantidad de elementos complejos.
Hace unos días, escuché en un podcast una analogía que me gustó mucho para explicar la relación de los telómeros con el proceso de envejecimiento en los humanos.
Los telómeros en nuestros cromosomas son una capa que recubre y protege el material genético contenido en nuestras células.
Podemos imaginar estos telómeros como la cubierta o las tapas de un libro, y las páginas dentro del libro como el material genético en nuestras células. A lo largo de nuestras vidas, estas células se reproducirán y morirán miles de veces, y en este proceso, los telómeros que las protegen se irán desgastando cada vez más.
Volviendo a nuestra analogía, estos telómeros desgastados son como las tapas de un libro que ha sido leído miles de veces, dejando su contenido—las páginas o, en el caso de nuestras células, el material genético—cada vez más expuesto. Finalmente, con la cubierta completamente desgastada, nuestro libro comienza a perder algunas páginas, y la información ya no llega al lector de manera íntegra; con cada página que se pierde, es menos exacta.
Una vez que los telómeros se han desgastado, nuestra información genética comienza a degradarse, y los problemas que se generan al reproducir esta información deteriorada podrían asociarse a algunas de las características del envejecimiento y la vejez.
Escuché esta analogía del Dr. Bruno Ribeiro do Couto, experto en rendimiento cognitivo, en esta entrevista.
Cualquier error o inexactitud en mi explicación son completamente míos.
Podríamos culpar al desgaste de mis telómeros por ello.